nunca fue tarde para recordarlas
Hay, hoy, una declaración que hacer… no de esas pasadas a cebolla y a “moco tendido”,
De esas que van por sobre, que de la tierra corrió, que del cielo aguarda.
Declaración de amor, de hermandad, de compañera a compañero… el que apaña y va a todas. Que si bailo, baila; que si río, ríe, no se bien si de ternura o de que lo pasa bien, o de las dos. Que si canto, me escucha y finge que le gusta… pero es que en el fondo le gusta…
Porque tú eres fondo… tan viceral como no se pueda ser… tan sentir que ni yo me la creo… tan magia que no volar, es imposible.
Una declaración intensa, para un amor… del tú feliz…
De la sinfonía y la letra
Amor de música, del complemento,
del músico y la bailarina…
Amor que conservar, amor que te ama,
Amor a destiempo… justo a tiempo…
Amor que te cuides y te cuida,
que sin ti… se suicida.
Amor que te aguanta y se derrite.
Amor de biblia Rayuela, con un dedo toca el borde de tu boca, y el cíclope “turnio” se ríe,
Se inspira y baila como dos extraños,
Entonces con un par de cajetillas pasamos la noche aquí mismo,
Donde sea…
Que juntos nos quedamos al amanecer azul.
Finalmente se olvidan temores, pues ya tenemos nuestro castillo.
En la continuidad de los parques
ahora
suena la caja de música… e
infinitos flashes nos encandilaron eternamente.
Hay, hoy, una declaración que hacer… que más que a declaración, suena a sentencia…
“Te amo y es para siempre”
